Tapas recortadas de las cajas de mixtos.
A finales de los años veinte las cajas de mixtos llevaban pintados los toreros de la época, de ahí su nombre.
Era un juego.
En la pared, a unos cincuenta o sesenta centímetros del suelo se hace una raya y sujetando con los dedos los “toreros” sobre ella, se dejan caer. El que tira el “torero” gana los “toreros”, que estén en el suelo, que pise el suyo.