Frase para indicar que se presume que se va a hacer algo, y luego no se hace nada.
Cuando se estaba por la parte de abajo de la besana se estaba terminando ya las labores de esta.
Un santaellano presumía que cuando fuese a Córdoba a una casa de fulanas, iba a armar el follón de las cosas que iba a hacer. Estando con una de ellas, al decirle esta lo que le cobraba y comprobar él que apenas si llevaba dinero, dijo la frase como indicando que allí, un flamenco como él, no tenía nada que hacer, que había acabado.