Cuando ante un suceso muy grave, alguien le restaba importancia, se le decía: “No, si son las fanfarruñas de Pedro Cobos”
Había un gran temporal de agua, y alguien le dijo a Pedro Cobos
– ¿Qué, llueve?
– Eso son fanfarruñas- contestó sin darle importancia.
A los bueyes que tenía en el tinajón de su cortijo, les llegaba el agua a la barriga.