A LA ORACIÓN SALEN LOS MOROS DE SU RINCÓN, CADA MOCHUELO A SU OLIVO.

A LA ORACIÓN SALEN LOS MOROS DE SU RINCÓN, CADA MOCHUELO A SU OLIVO.

Frase que se decía para indicar que la tarde estaba ya muy avanzada y había que dejar de jugar para recogerse. El toque de oración era sobre las ocho de la tarde.

juan

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